Step 1

Comenzamos por preparar la salsa ranchera. El ingrediente más difícil de encontrar es la “buttermilk”, por lo que la prepararemos con leche y un poco de vinagre.

Step 2

Buttermilk: vertemos 150 ml. de leche tibia, nunca caliente, en una taza y le añadimos 15 ml. de vinagre blanco.

Step 3

Removemos bien y dejamos reposar. En unos 15 min. se habrá cortado la leche, pero no os preocupéis, eso es lo deseado.

Step 4

Removemos bien de nuevo y obtendremos la textura como de un yogur líquido.

Step 5

Para la salsa ranchera ponemos en un bol grande echamos la buttermilk, la mayonesa, el yogur, el zumo de limón, y mezclamos.

Step 6

Añadimos ahora el resto de ingredientes y salpimentamos al gusto.

Step 7

Removemos bien con unas varillas o un tenedor, hasta obtener una mezcla homogénea.

Step 8

Reservamos en el frigorífico hasta más adelante, así irá cogiendo más consistencia.

Step 9

Una vez hecha la Salsa vamos con el resto de la receta.

Step 10

Lavamos y pelamos las patatas. Las cortamos en bastones uniformes, similares a las que vienen en bolsa listas para freír.

Step 11

En una freidora o sartén con aceite bien caliente, al freímos en su punto, sin que lleguen a coger ningún color tostado.

Step 12

Las reservamos sobre papel de cocina, para que vayan escurriendo el exceso de aceite.

Step 13

Cortamos el bacon en tiras y lo sofreímos en la sartén a fuego medio. No necesitamos aceite ya que nos bastará con la grasa que suelta el bacon. Reservamos también en papel absorbente.

Step 14

En una fuente para horno, colocamos las patatas fritas en la base, las rociamos con abundante salsa ranchera.

Step 15

Añadimos el bacon tostado y finalmente cubrimos con una generosa capa de queso para gratinar.

Step 16

Gratinamos con el horno en función grill durante 10 minutos, o hasta que veáis que el queso está totalmente fundido.

Step 17

Servimos bien calentitas en la mesa.