Step 1

La noche antes vamos a preparar una infusión de vino. En una cacerola de tamaño medio  añadimos 750 ml de vino, 400 ml de agua, la piel de la naranja, 300 g de azúcar y la rama de canela.

Step 2

Lo ponemos a fuego medio/alto y lo dejamos hervir 4 o 5 minutos. Pasado el tiempo apagamos el fuego y dejamos que repose, con la tapa puesta, durante la noche (al menos 8 horas).

Step 3

Al día siguiente sacamos la canela y la piel de naranja de la infusión que hemos preparado y comenzamos hacer las torrijas.

Step 4

Cortamos el pan en rebanadas no muy gruesas (1,5 cm-2 cm aproximadamente). Reservamos.

Step 5

En un plato hondo batimos los huevos y los mezclamos con media cucharada sopera de azúcar blanca y una pizca de sal. Mezclamos bien hasta integrar todos los ingredientes. En otro plato hondo añadimos tres o cuatro cazos de la infusión de vino.

Step 6

Pasamos la rebanada primero por el plato de vino y después por el huevo. Debe quedar impregnada por ambos lados, pero no debe chorrear.

Step 7

Podéis retirar el exceso de líquido apretando ligeramente con las manos para dejar el pan mojado pero sin gotear. Si hiciera falta más vino o más huevos para mojar el pan, lo añadimos y continuamos.

Step 8

Preparamos una sartén grande con abundante aceite de girasol, la piel de un limón y una rama de canela y lo ponemos a fuego medio.

Step 9

Cuando el aceite esté caliente y se haya impregnado bien de los aromas del limón y la canela, retiramos estos dos ingredientes y añadimos el pan en la sartén.

Step 10

No deben freírse muchas rebanadas al mismo tiempo, para evitar que el aceite pierda su fuerza y que el pan quede demasiado grasiento.

Step 11

Dejamos que las rebanadas se doren por ambos lados. Una vez listas, las sacamos y las dejamos escurrir el exceso de aceite en un plato sobre papel de cocina.

Step 12

Preparamos la mezcla de azúcar y canela. Yo uso 100 gr de azúcar y una cucharada de café, rasa, de canela, pero si os gusta mucho la canela, podéis añadir más.

Step 13

Pasamos las torrijas una vez fritas por la mezcla de azúcar y canela. Reservamos.

Step 14

Con la infusión de vino que ha sobrado vamos a preparar un almíbar un poco más espeso. Para ello, añadimos 200 gr más de azúcar a la cacerola donde teníamos la infusión.

Step 15

Dejamos que hierva a fuego medio/alto unos 15-20 minutos o hasta que se reduzca un poco el líquido y nos quede una textura algo más espesa, sin llegar a ser una miel.

Step 16

Una vez lo retiremos del fuego, el almíbar terminará de coger espesor por sí solo. Dejamos que repose 10 minutos.

Step 17

Rociamos ligeramente las torrijas con el almíbar de vino y ya tenemos nuestras torrijas listas para servir. Yo prefiero dejarlas templar o incluso tomarlas frías, pero en la variedad está el gusto.

Step 18

Podemos probar a hacer en casa nuestras propias torrijas con la versión que más nos guste. Podéis sustituir el vino por vino blanco o incluso por cava, o vino dulce. Emplead un buen vino tinto, os recomiendo un mencía de mi tierra, suele llevar garnacha. Este tipo de uva le dará un color precio a vuestras torrijas. Ese violeta que casi parece un nazareno.

Step 19

También están deliciosas con un buen Oporto o un Pedro Ximénez, salen un poco caras aunque puedes probar a hacer menos para que no se salgan del presupuesto. Una auténtica y deliciosa receta de la repostería de Cuaresma.

Step 20

Lo más aconsejable es que compremos el pan uno o dos días antes. Lo rebanemos, lo coloquemos sobre una bandeja de horno y lo cubramos con un paño hasta el día que vayamos a preparar las torrijas.

Step 21

Aunque si podéis hacer vuestro propio pan de torrijas, mucho más compacto perfecto para aguantar el vino o la leche, os saldrán mucho mejor.

Step 22

También se puede encontrar este tipo de pan, especial torrijas en casi todas las pastelerías, supermercados y grandes superficies. Esta receta también es apta para usar el pan que más os guste. Incluso con brioche o panes más dulces.

Step 23

En esta receta empleé aceite de girasol, pero si os gusta el toque del aceite de oliva, emplead uno suave. Aromatizar el aceite con canela y con piel de un limón o de naranja. Suaviza mucho el sabor y mantiene sus estupendas propiedades.