Step 1

Comenzaremos por asar los pimientos. Los colocamos en una bandeja de horno y rociamos con un poco de aceite de oliva virgen extra. Añadimos también los tomates.

Step 2

Precalentamos el horno y luego asamos todo unos 40 minutos a 200ºC. Hasta que la piel esté bien tostada (incluso negra).

Step 3

Mientras se hornean las hortalizas, pondremos a cocer los huevos, 10-12 minutos desde que comience a hervir el agua. Pasado el tiempo, retiramos y dejamos enfriar.

Step 4

Cortamos la cebolla en juliana fina. La pasamos a un bol con agua fría y reservamos. Salamos.

Step 5

Pasado el tiempo de horneado, retiramos  la bandeja. Separamos los tomates. Tapamos los pimientos con un paño limpio de cocina y dejamos que se atemperen.

Step 6

Troceamos los tomates asados en dados. Pelamos los huevos y troceamos en cuartos.

Step 7

Cuando estén a una temperatura manejable, retiramos el rabillo y las semillas a los pimientos. También la piel, que saldrá con facilidad. Los abrimos totalmente y luego los cortamos en tiras.

Step 8

Picamos los dientes de ajo en brunoise fina (dados pequeñitos).

Step 9

En un bol grande, echamos los pimientos y los tomates troceados. Salamos. Echamos el vinagre y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Ahora mezclamos con cuidado.

Step 10

Emplatamos nuestro zorongollo. En un plato o fuente, colocamos una base de pimientos, sobre ellos la cebolla escurrida y el huevo cocido.

Step 11

Finalmente, picamos un poco de perejil fresco y echamos por encima.

Step 12

Este plato puede consumirse frío o a temperatura ambiente. Asimismo, puede ser tu plato principal o el acompañamiento de carnes, pescados, etc. Utilízalo también como parte de un picoteo, acompañado de unas tostadas de un buen pan artesano.

Step 13

Podemos también agregarle bonito o atún de una conserva de calidad, unas aceitunas negras, unos encurtidos, en definitiva darle el toque personal que más os apetezca, aunque conservando siempre la base del plato.

Step 14

El tiempo de horneado de los pimientos es relativo, dependiendo de cada horno, ya que suelen variar bastante de unas marcas a otras. Lo ideal es ir vigilando los pimientos y retirarlos cuando la piel exterior estén bien tostada. A la hora de retirársela, saldrá muy fácilmente una vez estén ya fríos y reposados.