Step 1

Esta bebida se puede servir también como sopa fría, le podemos añadir unos trocitos de pan frito para que nos quede un bocado de lo más completo.

Step 2

Los tomates frescos serán los que marquen la diferencia, intentaremos que sean lo más dulces posibles para que la bebida sea más apetecible.

Step 3

El tomate es en realidad una fruta, aunque la consideremos una hortaliza en muchos aspectos. No la tomamos de postre, sino como pate de una ensalada o en casi todas las salsas o guisos.

Step 4

Sin tomate sería complicado hacer gran parte de nuestras recetas tradicionales, aunque para disfrutarlo en estado puro, nada mejor que una elaboración que hará historia.

Step 5

Para poder pelar los tomates y sacarles el máximo jugo posible los vamos a escaldar con cuidado.

Step 6

En un cazo con agua y una pizca de sal, esperamos a que empiece a hervir. Sumergimos los tomates unos segundos y los retiramos del agua.

Step 7

Si hacemos una cruz en la piel con el cuchillo antes de ponernos en el agua se pelarán más rápidamente.

Step 8

Pelamos los tomates y los ponemos en el vaso de la batidora. Le vamos a añadir un compañero de viaje que potenciará su sabor.

Step 9

Un poco de apio que nos encargaremos de pelar y trocear, le quitamos los hijos más duros y las hojas para decorar.

Step 10

Trituramos con sal y pimienta, le añadimos un buen chorrito de aceite para que nos quede bien el zumo natural.

Step 11

Pasamos por el colador y lo colocamos en una jarra para servirlo como sopa fría o bebida refrescante.

Step 12

Podemos decorar el plato con albahaca o hierbabuena. Habremos creado una de esas recetas que impresionan por su sencillez y buen gusto, solo nos quedará probarla y disfrutarla.