Step 1

Separa las yemas de las claras y echa las yemas junto con el azúcar en un bol amplio. Después, bate hasta que empiecen a blanquear, doblando su tamaño. Si tienes un robot de cocina o una batidora de varillas, utilízala para este paso. Este proceso se denomina 'blanquear las yemas'. Se trata de batir las yemas de huevo con azúcar y se le llama así porque se trabajan hasta que se aclaran de color.

Step 2

Aparte, bate también el queso mascarpone y, cuando tenga una consistencia cremosa y homogénea, agrégalo, poco a poco, a la mezcla de las yemas. Al igual que en el paso anterior, ayúdate de un robot de cocina si es que tienes o de una batidora de varillas.

Step 3

Echa una pizca de sal en las claras y móntalas a punto de nieve. Cuando esté, ve incorporando esta mezcla a la crema del queso mascarpone y mézclala con movimientos envolventes para que no se bajen. Guarda este recipiente en la nevera hasta el momento de servir. Ahora vamos a hacer las base con bizcochos. Primero, mezcla la mitad del café con el licor de Amaretto. Después, cubre la base de un molde con una capa de bizcochos de soletilla y rocíalos por encima.

Step 4

Añade una capa gruesa de mascarpone sobre los bizcochos y espolvorea con abundante cacao en polvo. Haz una nueva capa con los bizcochos, riega con el café y añade el resto de la crema. Con una espátula de silicona, alisa la superficie y reparte bien la crema. Espolvorea el resultado con cacao y mete en la nevera de 6 a 8 horas. Sírvelo acompañado con unas frambuesas.