Step 1

Lo primero es acordarte de poner los anacardos en remojo. Sé que da pereza, pero no cuesta nada. Yo lo dejo hecho por la noche y así por la mañana ya están blanditos. Cuélalos bien y lávalos antes de usarlos.

Step 2

Mete en la batidora los anacardos, el mango pelado y troceado, la leche de coco, el azúcar de coco, el cardamomo, el zumo de limón, el hielo y la pizca de sal. Dale caña hasta que consigas una textura bien cremosa. Si tienes una batidora potente tipo americana, genial. Si no, ve con paciencia y tritura por tandas.

Step 3

Reparte la mousse en cuencos individuales. Añade por encima unas escamas de coco y unas hojitas de menta. Y si te vienes arriba, unas semillas de chía o una pizca de ralladura de lima también le van de maravilla.

Step 4

Lo ideal es servirlo al momento, bien fresquito. Pero si te sobra o lo quieres tener preparado, mételo en el congelador. Eso sí, sácalo unos minutos antes de servirlo para que recupere esa textura de mousse helada tan apetecible.